El personaje diabólico en un tirano rumano real y demoníaco, llamado Vlad,
de sobrenombre, El Empalador, y que también era conocido como Draculea, que en rumano significa "hijo del demonio".
Vlad gobernó Valaquia desde 1452 hasta 1462. Se dice que en esos diez
años ejecutó a 50.000 personas empalándolas en largas estacas
(cruzándolas sobre palos) . Nadie quedó libre de su brutal sadismo:
prisioneros capturados en las guerras con los invasores turcos, nobles
de su propia corte e incluso sacerdotes y personas importantes. También
fue muy conocido por su forma de actuar - sin escrúpulos -, en el
terreno diplomático. Eso sí: no existe ningún indicio de que bebiera
sangre.
Hoy, a más de cien años de la creación de Drácula, la leyenda de aquel
personaje que sale de su tumba durante la noche y succiona la sangre de
las personas dormidas para alimentarse, parece revivir con el retorno
del castillo donde vivió el conde - uno de los lugares más famosos de
Rumania - a poder de la realeza.
Actualmente la construcción alberga un museo de arte medieval. Sin
embargo, el interés más grande lo constituye la leyenda que alberga
aquel castillo.
A esto se suma la intrincada construcción de sus
pasillos subterráneos, la leyenda de que los niños encantados por el
flautista de Hamelin llegaron hasta Transilvania por medio de las grutas
de ese lugar y la sospecha de que durante el comunismo, el corazón de
la reina María de Sajonia fue puesto en ese lugar, en secreto, en una
vasija de plata adornada con 307 joyas.
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1 comentarios:
thaks for your information =)
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